Redes sociales, influencers y normativa publicitaria.
El acceso ilimitado que tienen los jóvenes hoy en día a las redes sociales trae consigo una responsabilidad ética para todos los generadores de contenido y para las marcas con las que colaboran.
El impacto de los influencers en las nuevas generaciones es notable, teniendo consecuencias tanto positivas como negativas, al estar la generación Z más dispuesta a adquirir productos de marcas promocionadas por estos mismos.
El Instituto Nacional de Estadística (INE), reveló en una encuesta de 2022, que los usuarios españoles más activos fueron los estudiantes (94,4%) y los jóvenes de 16 a 24 años (92,6%).
Cada usuario utiliza unas 6 plataformas diferentes de Redes Sociales, siendo Instagram, TikTok y YouTube los más populares.
El 36% de la Generación Z disfruta comprar productos afines a sus creencias sociales y políticas. El 81,6% sigue desde sus teléfonos móviles a influencers, ya que el 70% confía más en la publicidad de estos que en la de los famosos, es por ello que las empresas colaboran cada vez y con más frecuencia con creadores de contenido.
En muchos casos, los jóvenes perciben a los influencers como un modelo a seguir, pudiendo incluso reproducir su conducta, estilos de vida y principios, e incluso les sirven de motivación e inspiración para alcanzar sus sueños y metas.
Por otro lado, los influencers suelen promover una imagen corporal idealizada y estereotipada, pudiendo afectar negativamente en la autoestima y en la aceptación del cuerpo de los jóvenes.
Por ello, las marcas son selectivas con los influencers, ya que de ello dependerá su reputación.
También es muy importante que los jóvenes desarrollen habilidades críticas para evaluar y comprender el contenido que consumen en las Redes Sociales, y que los propios padres adviertan a sus hijos sobre la realidad de las mismas, así como que las marcas se comprometan con la responsabilidad social y el bienestar de los adolescentes al crear contenido publicitario.
Las marcas que adoptan un enfoque ético, auténtico y responsable en el marketing con influencers pueden construir relaciones duraderas y significativas con los adolescentes, generando un impacto positivo en su vida.
Según la legislación europea, los influencers que anuncian o venden productos y servicios a través de sus Redes Sociales son considerados anunciantes y tienen que cumplir con la normativa vigente.
La Red ECC – Net propone una serie de buenas prácticas con las que ayudar a los influencers a proteger a los consumidores más jóvenes y promover un entorno online más seguro y transparente. Algunas de estas prácticas son:
- Transparencia sobre las relaciones con las marcas.
- Colaborar solo con marcas de confianza.
- Verificar la información de los productos promocionados.
- Proteger a los menores.
- Destacar la importancia de la ciberseguridad y los derechos del consumidor.
- Crear contenidos con autenticidad y transparencia.
La Dirección General de Consumo, detectó que más del 70% de los influencers españoles incumplirían la normativa europea sobre prácticas comerciales desleales.
Además, se ha comprobado que la mayoría de estos influencers no utilizan las etiquetas que proporcionan las plataformas para indicar al lector que se trata de contenido publicitario (por ejemplo “Colaboración pagada”). Por el contrario, utilizan términos muy genéricos como “publi” o “ad” (abreviatura de la palabra inglesa “advertisement”), o simplemente incluyen un agradecimiento genérico a la marca asociada, no pudiendo el consumidor identificar si se trata de contenido comercial o publicitario.
Por ello, los influencers reciben una comunicación en la que se les ofrece asesoramiento para que su contenido comercial se ajuste a la normativa europea. Cabiendo la posibilidad de imponer una sanción económica, para asegurar el cumplimiento de la normativa europea y la lucha contra la publicidad engañosa.
En conclusión, el impacto de los influencers en la generación Z es innegable, influyendo tanto de forma positiva, como negativa en sus hábitos de consumo y percepciones, por lo tanto, consideramos necesario que tanto los creadores de contenido, como las marcas que colaboran con ellos, se comprometan a que su publicidad en las Redes Sociales se lance de la forma más transparente posible y pueda ser identificada como tal por todos los/as consumidores.
Patricia Lahoz
Voluntaria de AICAR ADICAE