¿Te has preguntado alguna vez qué pasa con los datos que recogen tu smart TV, tu pulsera inteligente o incluso tu coche?
Hasta ahora, la respuesta a menudo era un misterio, con las empresas manejando esta información sin mucha transparencia ni opciones para ti. Pero esto está a punto de cambiar con la llegada del Reglamento (UE) 2023/2854, más conocido como la Ley de Datos.
Como consumidores críticos, es crucial entender cómo esta nueva normativa europea va a impactar nuestras vidas digitales y darnos, por fin, las riendas sobre nuestra propia información.
Esta ley, que busca establecer normas armonizadas para un acceso justo a los datos y su utilización, tiene un objetivo claro: equilibrar el poder en la economía digital.
Reconoce que los datos generados por el uso de productos conectados y servicios relacionados son valiosos, no solo para las empresas, sino también para nosotros, los usuarios.
La Ley de Datos quiere eliminar los obstáculos que impiden que el mercado interior de datos funcione correctamente, y para ello, nos otorga una serie de derechos importantes como consumidores.
¿A quién afecta esta nueva ley?
Es importante entender que esta normativa se aplica a los usuarios de productos conectados y servicios relacionados en la Unión Europea.
Esto abarca una amplísima gama de dispositivos y servicios, desde electrodomésticos inteligentes y wearables (relojes, pulseras inteligentes, etc.) hasta maquinaria industrial y servicios en la nube que complementan estos productos.
Si utilizas un dispositivo que recopila información sobre su uso o sobre ti, o un servicio que está vinculado a ese dispositivo, es muy probable que esta ley te afecte.
Se considera usuario tanto a la persona física que posee el producto o tiene derechos temporales de uso, como a quien recibe los servicios relacionados.
¿Cómo beneficia esta normativa a los consumidores?
La Ley de Datos introduce cambios significativos que nos empoderan como consumidores:
- Acceso a tus propios datos:
Ahora tendrás el derecho a acceder de manera oportuna a los datos generados por el uso de tus productos conectados y servicios relacionados. Esto significa que podrás saber qué información se está recogiendo sobre ti y cómo se está generando. Además, tendrás derecho a recibir los metadatos necesarios para entender y utilizar esos datos. Este acceso deberá ser gratuito y en un formato de uso común.
- Información clara antes de comprar:
Antes de adquirir un producto conectado o un servicio relacionado, los vendedores o arrendadores deberán proporcionarte información clara y comprensible sobre el tipo, formato y volumen estimado de datos que el producto puede generar. También te informarán sobre cómo puedes acceder, extraer o incluso suprimir esos datos, así como las condiciones de su utilización. Esta transparencia te permitirá tomar decisiones más informadas sobre qué productos y servicios eliges.
- Derecho a compartir tus datos con quien quieras:
Una de las novedades más importantes es que, bajo solicitud del consumidor, el titular de los datos estará obligado a poner a disposición de un tercero que elijas los datos fácilmente disponibles. Esto te abre un mundo de posibilidades, permitiéndote, por ejemplo, compartir los datos de tu coche con tu taller de confianza para un mejor servicio o los datos de tu salud con una aplicación de bienestar que prefieras. Este intercambio deberá ser gratuito para ti y realizarse, como hemos comentado anteriormente, en un formato de uso común.
- Protección contra cláusulas abusivas:
La ley se asegura de que no estés sujeto a cláusulas contractuales abusivas. Si una empresa te impone unilateralmente condiciones injustas en relación con el acceso y uso de los datos, esas cláusulas no serán vinculantes. Esto te protege de contratos que te impidan acceder a tus datos o compartirlos.
- Control sobre el uso de tus datos compartidos:
Cuando compartas tus datos con un tercero, este solo podrá tratarlos para la finalidad y bajo las condiciones que hayas acordado. Además, deberán suprimir los datos cuando ya no sean necesarios para esa finalidad. Se prohíbe a los terceros utilizar tus datos para elaborar perfiles (análisis automatizados para predecir tus comportamientos), a menos que sea estrictamente necesario para prestarte el servicio solicitado o requieran tu consentimiento expreso. Tampoco podrán dificultar tus derechos u opciones de manera engañosa.
- Herramientas para gestionar permisos:
Deberás tener a tu disposición una interfaz técnica que te permita gestionar los permisos de acceso a tus datos, con opciones detalladas y la posibilidad de retirar el permiso cuando quieras. Esto te da un control granular sobre quién accede a tu información y por cuánto tiempo. Esta interfaz deberá cumplir con todos requisitos de accesibilidad y usabilidad para facilitarte su manejo.
- Resolución de problemas:
Si tienes algún problema o disputa sobre el acceso o las condiciones de puesta a disposición sobre tus datos personales y no personales obtenidos a través del uso de los dispositivos, tendrás acceso a órganos de resolución de litigios certificados para ayudarte a encontrar una solución.
- Tus derechos de protección de datos personales siguen intactos:
Esta ley complementa y no perjudica la normativa de protección de datos personales. Tus derechos de acceso, rectificación, supresión y portabilidad de datos personales según el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) se mantienen y, en caso de conflicto, prevalecerá la normativa de protección de datos personales.
En definitiva, la Ley de Datos es un paso adelante crucial para empoderar a los consumidores en el entorno digital. Nos otorga más transparencia, más control y más opciones sobre los datos que generamos con nuestros dispositivos y servicios conectados. Aunque la implementación completa llevará tiempo, esta normativa será aplicable a partir del 12 de septiembre de 2025 y es fundamental que como consumidores entendamos nuestros nuevos derechos para poder ejercerlos y beneficiarnos plenamente de esta importante normativa.
Estar informado es el primer paso para tomar el control de nuestros datos en un mundo en el que la información se reconoce como un activo fundamental de valor significativo y un impacto transformador en la economía y la sociedad actual.
Adrián Juste Pardo
Miembro del Consejo de AICAR ADICAE