En los últimos años, Aragón ha experimentado un notable crecimiento en la implantación de macroproyectos de energía renovable, especialmente en el ámbito de la energía eólica y solar. Sin embargo, este avance no está exento de desafíos, algunos de los cuales se han acentuado con la evolución del panorama energético y ambiental. Entre los años 2023 y 2024, la región ha enfrentado una serie proyectos que han afectado a zonas del Moncayo, Matarraña, Maestrazgo, Monegros y Cinco Villas.
Uno de los principales desafíos actuales es la integración efectiva de la energía renovable en la red eléctrica de Aragón. Entre 2023 y 2024, la capacidad instalada de energía eólica en la región ha aumentado en un 25%, alcanzando una cifra récord de 3.5 gigavatios (GW), mientras que la capacidad solar fotovoltaica ha experimentado un crecimiento del 30%, llegando a 2.2 GW. A pesar de estos avances, la red eléctrica existente enfrenta limitaciones para absorber y distribuir la creciente cantidad de energía renovable generada.
A raíz de esta problemática del aumento de la producción de energía renovable desmedida, surgen plataformas de reivindicación y defensa del paisaje que, están agrupando a diferentes municipios que se están viendo afectados por los macroproyectos que sólo buscan el enriquecimiento económico de las empresas promotoras sin tener en cuenta la biodiversidad de los territorios. Concretamente, la zona del Bajo Aragon, sólo necesitaría abastecerse 40 megavatios anuales, y se querían instalar 5.000 megavatios con una ocupación de 4.000 hectáreas de placas fotovoltaicas.
En el contexto del desarrollo energético y la preservación del medio ambiente en las regiones rurales de la comunidad, es crucial que las Administraciones Locales y Autonómicas adopten un enfoque integral y equilibrado, teniendo competencias para evaluar y comprender las necesidades energéticas específicas de cada territorio evitando la sobreproducción y el uso ineficiente de recursos.
En este sentido, AICAR propone autorizar la instalación de parques de energía eólica y solar en función de la demanda real de energía en cada área, evitando así la construcción innecesaria o excesiva de macroproyectos que llenan las zonas de afectadas de aerogeneradores de 200 metros de altura y campos repletos de placas. Sin embargo, este desarrollo energético debe llevarse a cabo con el máximo respeto por el paisaje natural de la región. La preservación del entorno es esencial no solo por motivos ambientales, sino también por su impacto en el turismo rural, una importante fuente de ingresos para muchas comarcas y zonas aragonesas (Matarraña, Pirineo, Moncayo…). Por lo tanto, es fundamental encontrar un equilibrio entre el desarrollo energético y la conservación del medio ambiente para garantizar un crecimiento sostenible y armonioso en estas áreas despobladas.
También es importante destacar que, la participación y movilización ciudadana está siendo un aspecto clave en el desarrollo de los mencionados proyectos de energía renovable en Aragón durante este período los últimos años dado que se han llevado a cabo más de 50 consultas públicas en comunidades locales afectadas por la instalación de parques eólicos y solares. Estas consultas permiten a los residentes expresar sus preocupaciones y sugerencias, y desempeñaron un papel clave en la toma de decisiones relacionadas con la ubicación y el diseño de los proyectos en los territorios aragoneses.
AICAR ADICAE quiere hacer hincapié en que Aragón continúe en la senda de implementación de los Objetivos 2030 y más en concreto del n.º 7 que pretende garantizar el acceso a una energía limpia y asequible, clave para el desarrollo de la agricultura, las empresas, las comunicaciones, la educación, la sanidad y el transporte pero sin perder la vista en nuestra fauna, flora y nuestra riqueza paisajística. Pudiendo consolidar su posición como líder en la transición hacia una economía baja en carbono y garantizar un futuro más limpio y próspero para las generaciones venideras
Alberto Gimeno
Vocal Junta Directiva de AICAR ADICAE