Los precios se moderan y dan un respiro, pero sin aliviar el bolsillo del consumidor

Inflación en los precios de la cesta de la compra


Alimentos esenciales como el aceite de oliva han encarecido la cesta de la compra poniendo en dificultades a los hogares ya de por sí afectados por el precio de la vivienda.

“No se llega a fin de mes”, “Todo cuesta más” o “Cada vez que compro, está todo más caro”. Son algunas de las frases que se han escuchado a lo largo de 2024 en muchos mercados y comercios o en cualquier conversación con familiares, amigos o vecinos. Y eso que los precios de los alimentos no han subido tanto como sí lo hicieron en 2023. Un ejercicio en el que, en la semana del 30 de enero, crecieron más del 14% en relación con la anterior, o el 16,6% interanual que se alcanzó en el mes de febrero. Prácticamente, el 80% de los productos de la cesta de la compra aumentó su precio más del 10% interanual.

El 2024 ha dado un respiro a los hogares al registrarse subidas más moderadas, especialmente después del verano para llegar al mes de diciembre y cerrar el año con una tasa de variación anual del IPC en España del 2,8%. Productos como el aceite de oliva han visto bajar su precio desde los 8 euros el litro aproximadamente en enero de 2024 a los 4 euros por litro a finales de año. No es el único alimento con esta evolución. También han bajado un 10% los plátanos y un 11% las patatas.

Y, ¿por qué no se nota en el bolsillo de los consumidores? La clave radica en que esta moderación de precios no ha sido suficiente para paliar todas las subidas de los alimentos y de otros gastos del hogar dentro de un contexto en el que el incremento salarial medio se ha situado en el 4% en España. De hecho, la cesta de alimentos básicos es un 9% más cara desde que, hace dos años, el Gobierno de España decidiera poner en marcha medidas para reducir el IVA de los alimentos. Además, hay algunos productos que no han bajado de precio. Es más, se han encarecido de manera significativa. Es el caso del aceite de girasol, con una subida del 16%. Y eso que ha sido para muchas familias la alternativa al elevado coste del aceite de oliva registrado en algunos meses de 2024.

Y también hay que observar otros factores para explicar por qué el bolsillo del consumidor o la economía doméstica no se alivian. Y uno de ellos es el precio de la luz. El año 2024 se ha caracterizado por numerosos vaivenes, llegando incluso a registrarse valores en negativo. Pero también es el ejercicio en el que se han registrado precios muy altos. En concreto, en cinco ocasiones en los 12 meses. De hecho, el precio de la luz ha alcanzado algunos días los 100,94 euros/MWh, lo que supone un 60% en comparación con 2023.

Los hogares aún han tenido que soportar más subidas. En el caso del gas, el mercado ibérico recoge precios de 48,78 euros/MWh a finales de año, registrándose el sexto precio más elevado de 2024. También se ha pagado más por el agua en la mayoría de comunidades y ciudades, estimándose un incremento medio del 12,5%, sobre todo por la sequía.

Los carburantes cierran el año 2024 con precios más bajos, aunque a lo largo de los 12 meses han experimentado vaivenes y alzas importantes. Es el caso del gasóleo A, que llegó a comenzar el ejercicio en 1,50 euros por litro y cerrarlo en 1,45 euros por litro, o de la gasolina sin plomo 98, que se queda en 1,71 euros tras haber costado 2,31 euros por litro.

La situación no se ha aliviado en aquellos hogares que han tenido que pagar el alquiler de la vivienda. Y, aunque los informes varían, todos apuntan a una subida de entre el 10% y el 11,5% en España. Quien ha comprado un piso también ha tenido que afrontar un encarecimiento de entre el 8% y el 11% de su valor, según el trimestre. Y eso que, en este caso, si se ha optado por la hipoteca para la operación de compra-venta, el Euríbor ha dado un respiro a las familias al bajar del 3,609% de comienzos de 2024 al 2,436% de diciembre, alcanzando niveles mínimos desde 2022. Un descenso que supone una estimación de ahorro medio de unos 1.000 euros que las familias han tenido que destinar a afrontar el resto de subidas de productos y suministros.

Y, ahora, la pregunta es qué sucederá en 2025. Aunque 2024 ha finalizado con una línea más moderada y más contenida en los precios, especialmente, en los últimos nueve meses, todo hace apuntar a que los precios este año seguirán al alza. Además de la sequía y de otros efectos relacionados con las cosechas a nivel mundial y la situación geopolítica -la guerra de Ucrania continúa y se está pendiente de los aranceles de Estados Unidos-, se suma el fin de la reducción del IVA. A partir del 1 de enero, ha vuelto a ser del 4% -frente al 2% con la bonificación-, en el aceite de oliva, pan, leche, huevos, queso, fruta, verdura, legumbres y cereales. En los aceites de semillas y la pasta, pasará a ser del 10%.

Y, ¿qué sucederá con la vivienda? Los hogares con hipoteca, si han tenido que revisarla en diciembre, con la bajada del Euríbor se podrán ahorrar unos 1.200 euros al año, teniendo en cuenta un préstamo hipotecario medio de 150.000 euros a 25 años. No obstante, se espera una subida de los precios de los inmuebles de entre el 6% y el 8%.

En el caso del alquiler, habrá que esperar a ver qué efecto tiene el nuevo índice con el que se limitan las subidas a partir de este año. De momento, para el mes de enero, la revisión se podrá hacer con un máximo del 2,2%. En el resto de los meses, toca estar pendiente del dato que publique el INE. Sin embargo, si el contrato de alquiler se firmó antes de la entrada en vigor de la Ley de Vivienda (25 de mayo de 2023), no se aplicará este indicador. En estos casos, las previsiones apuntan a que el precio seguirá subiendo e, incluso, puede llegar a registrarse hasta un incremento del 12%.

Eva Sereno

Periodista. Colaboradora de AICAR ADICAE

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