La seguridad de los consumidores en el uso de los medicamentos

Antes de poner un fármaco en el mercado, su seguridad ha sido probada primero en modelos experimentales y después en el ser humano en diferentes fases mediante los ensayos clínicos. Una vez que el fármaco es autorizado y comienza su comercialización, su seguridad se sigue evaluando durante toda su vida a través de la farmacovigilancia.

El Real Decreto 577/2013, de 26 de julio, por el que se regula la farmacovigilancia de medicamentos de uso humano define la farmacovigilancia como la actividad de salud pública que tiene por objetivo la identificación, cuantificación, evaluación y prevención de los riesgos asociados al uso de los medicamentos una vez autorizados.

Todo medicamento puede producir una reacción adversa y gracias a la continua comunicación de estas, se proporciona más información sobre la seguridad del fármaco, permite evaluar continuamente la relación riesgo beneficio del mismo, puede llegar a modificarse su ficha técnica (cambiando la frecuencia en la que se produce un efecto adverso o añadiendo efectos adversos que hasta entonces no estaban descritos) y en el caso más extremo puede llegar a retirarse el fármaco del mercado.

Los profesionales sanitarios como médicos, farmacéuticos, personal de enfermería etc., tienen el deber de comunicar todas las sospechas de Reacciones Adversas de un Medicamento (RAM) de las que tengan conocimiento. Pero es necesario saber, que como consumidores, si se sufre una reacción adversa a un medicamento o se sabe de alguien conocido que la ha sufrido, se debería y se puede comunicar directamente.

Se deberían notificar todas las reacciones adversas sufridas, independientemente de que estas aparezcan mencionadas en el prospecto o no. Incluso cuando no se está seguro de si lo que se ha sufrido es una reacción adversa, también debería comunicarse.

La forma de notificar una reacción adversa puede ser a través de la web delSistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFV-H), https://www.notificaram.es/ donde cualquier ciudadano puede rellenar el formulario electrónico.

En este formulario se pedirá información acerca del paciente, del medicamento que ha causado la reacción adversa, de otros medicamentos que se estuvieran tomando a la vez, de la reacción adversa y datos acerca de la persona que lo notifica.

Otra forma de comunicarlo es poniéndose en contacto con el laboratorio farmacéutico titular del medicamento a través de su teléfono, email, redes sociales o en el apartado que tienen en su web para notificar reacciones adversas.

Tener en cuenta que cuando se comunique la reacción adversa es importante indicar el sexo y/o edad del afectado, la provincia, el nombre comercial del medicamento, el lote, fechas exactas o aproximadas en las que se ha utilizado, posología, indicación, medicación concomitante y descripción de la reacción adversa. En el caso de que se requiera información adicional acerca de lo que ha sucedido, el departamento de farmacovigilancia del laboratorio se pondría en contacto con usted.

La farmacovigilancia es una actividad que no solo se aplica a medicamentos de uso humanos si no que también existe para cosméticos (cosmetovigilancia), para productos sanitarios y para medicamentos veterinarios.

En definitiva, la farmacovigilancia es crucial para la seguridad de los consumidores de medicamentos. El papel de estos es clave para informar sobre posibles efectos secundarios.

Socia de AICAR-ADICAE

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